Primer semestre del año cerró para el sector salud venezolano con un pronóstico grave

Durante el 2021 Monitor Salud continúa trabajando para denunciar las deplorables condiciones del sistema sanitario, la crisis hospitalaria se agudizó tras la llegada del COVID-19 y con ello un incremento significativo en la persecución, hostigamiento y amenazas en contra de cualquier trabajador que dé cumplimiento a su derecho a exigir condiciones dignas, que no solo garanticen mejoras en su calidad de vida sino que aseguren que en el desarrollo de sus funciones contarán con todos los equipos necesarios.

Transcurrida la primera mitad del año 2021 se podría pensar que a más de un año de pandemia por COVID-19 y la lamentable mortandad acaecida entre el personal de salud y la ciudadanía, muchas lecciones han sido asimiladas y desde el poder se han tomado los correctivos necesarios, pero nada de eso ha sido así. Durante estos meses el personal de salud ha dado la cara ante la más cruenta crisis sanitaria, expuestos a las peores condiciones de trabajo.

Esto ha quedado demostrado en la mortalidad generada en el sector por el virus del COVID-19, y que suma más de 700 trabajadores de la salud fallecidos y la cifra continúa aumentando.

De acuerdo a los datos recopilados en 75 centros de salud distribuidos en 20 estados y el Distrito Capital, durante este tiempo al menos 2.699 trabajadores de la salud se contagiaron con COVID-19,de ellos la mayoría se ubican en el centro del país, donde 1.067 trabajadores vivieron la enfermedad generada por este nuevo virus.

Pero esto no es todo, en medio de estas deplorables condiciones y este fatídico escenario, los ciudadanos que van a un hospital venezolano y lamentablemente fallecen no cuentan ni siquiera con las condiciones mínimas durante la estadía de su cuerpo en estos espacios.

Durante más de 25 semanas al menos 24 morgues hospitalarias han estado de manera continua fuera de funcionamiento, lo que representa un alto riesgo ante la descomposición de los cadáveres.

Equipos de protección brillan por su ausencia

Los Equipos de Protección Personal (EPP) son universalmente conocidos como equipos de barrera física entre el personal de salud y los protege de enfermedades contagiosas o transmisibles, como el COVID-19.

Al hacer referencia a los EPP se habla de guantes, tapabocas y protección facial. Así que al no contar con la dotación suficiente y oportuna, supone poner en riesgo indiscutible la vida de los trabajadores del sector salud.

El monitoreo de la dotación se hace en tres áreas: emergencia, hospitalización y la unidad de cuidados intensivos de cada una de las regiones estudiadas.

La protección facial ocular es el EPP más ausente en las emergencias de la región central y en el occidente, con 54% de escasez en ambos casos.

En hospitalización la ausencia de tapabocas registra los mayores niveles de escasez, principalmente en el occidente, donde este insumo ha faltado el 40% de las veces, seguido del 36% en oriente y 31% en el centro. En el caso de los guantes, se declara no contar con ellos en occidente en 43%, oriente 40% y 33 en el centro.

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