Un rápido recorrido por el Hospital Dr. José María Vargas sirve para constatar que este centro de salud es uno más del «no hay»; a pesar de que tienen varios años trabajando de la mano de la ONG Médicos Sin Fronteras, quienes los proveen de lo poco que sí hay.

María Teresa Cárdenas, una aseadora del hospital, cuenta que no hay desinfectante, agua, bolsas, jabón, mopas, entre tantos otros insumos que escasean. «Cloro y bolsas hay porque Médicos Sin Fronteras traen para las áreas críticas y los supervisores traen para las otras áreas».

Asimismo, la empleada dice que los familiares de los pacientes llevan desinfectante, cloro y otros insumos para asear las habitaciones donde tienen a sus deudos.

Por otra parte, Cárdenas denuncia que hace como un mes, el director del Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) realizó un donativo de insumos de limpieza para el hospital y asegura que, aunque llegó, «nunca se vio porque la administradora se quedó con eso».

Cuenta que esa donación contaba con escobas, mopas, bolsas negras, batas, alcohol, guantes, tapabocas; pero lamenta que esos insumos no se hayan distribuidos en el centro médico que tanto lo necesita.

Del mismo modo, se pudo verificar que dentro de las salas de hospitalización el agua no llega de forma directa ni a los baños; situación por la que los pacientes o familiares se ven en la obligación de cargar agua para asearse y utilizar la poceta. En el lavamos hace tantos que el agua no llegó que la tubería está totalmente oxidada.

Al abrir las gavetas, donde debería haber insumos como inyectadoras, mascarillas, soluciones, entre otros insumos indispensables, no se encuentra nada. «No hay mopa en ningún servicio; las que son desechadas por Médicos Sin Fronteras son recicladas en otros servicios y parece que a la gente no le importa», lamenta la aseadora.