En marzo del 2020 la el Ministerio de Salud, a cargo de Carlos Alvarado, designó 46 centros centinelas en todo el país, destinados para la atención de casos de COVID-19. Esta fue una de las primeras acciones a tomar en el país para hacer frente a la pandemia.
En Monitor Salud hemos logrado tener alcance en al menos un 75% de estos hospitales ubicados en todo el territorio nacional, incluidos estado como, Delta Amacuro, Amazonas y Apure.
Para este 9 de septiembre pudimos constatar que de los 31 hospitales que se monitorearon solo en 13 han sido habilitadas otras áreas, aparte de las asignadas inicialmente para atender a este tipo de pacientes.
Además, se constató que la capacidad total de camas en estos 31 centros de salud es de 2.169, distribuidas de la siguiente manera:
- 1.954 camas de hospitalización para casos moderados, de las cuales están ocupadas 1.152.
- 215 camas habilitadas en las diferentes Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), de las cuales están ocupadas 95.
Estos centros de salud no escapan de las malas condiciones, ni mucho menos de la grave crisis que se vive en el sistema sanitario de Venezuela.
Hospitales como el Manuel Núñez Tovar, principal centro de salud de la ciudad de Maturín en el estado Monagas, donde permanecen hospitalizados 198 pacientes con diagnóstico de COVID-19, son los familiares de los pacientes los que deben llevar todos los insumos para que puedan ser atendidos.
Muchos aseguran que dejan a sus seres queridos internados en el hospital porque por lo menos se les garantiza el oxígeno, siendo esto lo único que ofrecen en el lugar.
En el caso del Hospital Dr. Francisco Urdaneta Delgado ubicado en Guárico, son los propios trabajadores los que elaboran sus tapabocas, y es que estos están en constante contacto con los pacientes, especialmente con aquellos que sospechan o han dado positivo para casos de COVID-19.
