Monitor Salud presentó su último informe correspondiente al mes de octubre, en el que se enfoca en el segundo Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas: hambre cero.
El reporte se basa en la aplicación de la escala de experiencia de inseguridad alimentaria (FIES) de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que permite medir el acceso a los alimentos mediante ocho preguntas relativas a la experiencia y las condiciones de la inseguridad alimentaria.
La muestra estuvo conformada por 547 personas, pertenecientes a 59 centros de salud distribuidos en tres regiones del país: central, occidental y oriental. El período de referencia empleado fueron los últimos 30 días. Los resultados obtenidos son alarmantes y reflejan la grave situación que atraviesan los trabajadores de la salud en Venezuela, quienes no solo se enfrentan a condiciones laborales indignas, sino también a la escasez, la inflación y la precariedad de sus ingresos.
De acuerdo con el reporte, el 94,70 % de los encuestados manifestaron haber experimentado preocupación por no tener suficientes alimentos para comer por falta de dinero u otros recursos. Asimismo, el 91,22 % indicó que no pudieron comer alimentos saludables y nutritivos por la misma razón.
Estos datos evidencian que gran parte del personal de salud se encuentra en una situación de inseguridad alimentaria leve o moderada, lo que implica una reducción de la calidad, la variedad y la cantidad de los alimentos que consumen, con consecuencias negativas para su nutrición y su bienestar.
Además, el reporte revela que el 95,43 % de los consultados afirmó haber comido poca variedad de alimentos por falta de dinero u otros recursos, lo que limita la ingesta de nutrientes esenciales para la salud. El 77,43% confesó haber tenido que dejar de desayunar, almorzar o cenar al no poder obtener alimentos, lo que afecta su rendimiento y su estado de ánimo.
El 92,14 % aseguró haber comido menos de lo que pensaban que debían comer, lo que puede generar deficiencias nutricionales y problemas de salud. El 82,42 % declaró haberse quedado sin alimentos en algún momento, lo que aumenta el riesgo de desnutrición y hambre.
El 75,78% expresó haber sentido hambre, pero no haber comido al no poder obtener alimentos, lo que evidencia una situación de inseguridad alimentaria grave. Finalmente, el 51,19% admitió haber dejado de comer todo un día por falta de dinero u otros recursos, lo que constituye una violación de su derecho humano a la alimentación.
El reporte completo puede ser consultado aquí, donde se detallan las respuestas a las demás preguntas de la escala FIES, así como el análisis por región y por categoría de inseguridad alimentaria.
Monitor Salud busca visibilizar y denunciar la situación de los trabajadores de la salud en Venezuela, así como generar propuestas y soluciones para mejorar sus condiciones laborales y de vida.