La situación en los hospitales públicos del país es cada vez más grave, la condición se agudiza a medida que pasa el tiempo y los problemas que ayer eran pequeños no son atendidos. Este es el caso del hospital pediátrico José Manuel de los Ríos, donde ninguno de los ascensores funciona en una estructura de al menos 10 pisos.
La denuncia levantada por Monitor Salud da constancia de que el único ascensor que continuaba operativo era el de las consultas y se dañó hace al menos un mes.
Desde entonces los pacientes, madres y personal deben subir por las largas escaleras, los primeros para poder ser atendidos y el resto para poder cumplir con su labor.
Trabajadores del centro hospitalario, principal hospital pediátrico del país, señalaron que dada esta situación los padres que tienen hijos con alguna discapacidad motora que les impida caminar o hacer grandes esfuerzos, deben cargar al paciente en un brazo y en el otro sujetar la silla de ruedas, muletas o cualquier equipo con el que se apoyen los pequeños.
Empleados del hospital J.M de los Ríos aseguraron que los servicios que atienden a la mayor cantidad de pacientes están ubicados a partir del piso 5, por lo que la mayoría de las personas que ingresan al hospital deben prepararse para subir un largo tramo por las escaleras.
Sumado a esto, lo pasamanos ubicados a la derecha de cada escalera para ser de apoyo al usuario, están tan deteriorados que al ser de metal se oxidaron y rompieron, lo que representa un grave peligro, y es que cualquiera que se atreva a pasar la mano por ahí se puede cortar gravemente.
Además, de esta problemática con los ascensores el centro de salud carece de iluminación, por lo que se ha vuelto común ver pasillos completamente oscuros.
El llamado es a las autoridades, a que se aboquen a resolver este y todos los problemas que se viven en los centros asistenciales del país, la salud de calidad es un derecho irrenunciable y que es obligación del Estados garantizarla, preservarla y conservarla.